Ejemplo de diferentes tamaños y tipos de clavos

El herrado de los caballos consiste en aplicar una herradura al casco utilizando clavos, esta brillante idea cambió la historia del uso que las personas le hemos dado al caballo. 

Se habla mucho de las herraduras, más sin embargo del clavo con las que son aplicadas se habla poco. Existe una relación directa entre la herradura y el clavo.

Como herrador de caballos debo conocer qué tipo de clavo utilizar al aplicar diversos tipos de herraduras, y saber distinguir situaciones para elegir el indicado en la corrección de problemas en los cascos.

CARACTERÍSTICAS

El clavo para herrar caballos no es uno convencional, es altamente especializado para dicho fin, debe de cumplir con ciertas características que se describirán a continuación.

• Un clavo de alta calidad es importante para hacer un buen trabajo que se refleja en excelente salud del casco del caballo.

• Al igual que la herradura, el clavo también ha evolucionado, existen varios fabricantes, es una gran industria.

• El clavo para herrar se presenta en diferentes números y modelos.

• Los números de menor a mayor indican el tamaño o longitud del clavo. Deben de ir acorde a la herradura que van a sujetar al casco. 

• Por lo general se vende por cajas con 250 piezas, el tamaño y modelo viene perfectamente identificado al exterior de cada caja. 

• Los clavos son hechos de acero, su aleación es importante, en eso radicará su dureza y, por lo tanto, su funcionalidad.

• El clavo para herrar consta de diferentes partes: cabeza, cuerpo y punta.

   * La cabeza de manera general se consideran dos tipos: 

  – Clavo “cabeza Regular”   

  – Clavo “cabeza E”

   * El cuerpo del clavo es aplanado, uniforme y delgado.

  * La punta cuenta con un bisel que permite que el clavo doble hacia afuera al ser aplicado.

Podemos encontrar diferentes tamaños de herraduras, esto es debido a que los caballos según sea su tipo, el tamaño de su casco es variable. Una parte importante de la herradura es la perforación que aloja al clavo, “la clavera”. Ésta varía en relación al clavo que la sujeta.

Esquema del ajuste adecuado clavera de la herradura con el clavo

La cabeza del clavo “regular” es más triangular mientras que el clavo cabeza “E” tiene forma cuadrada

Ejemplo de diferentes tamaños y tipos de clavos

La herradura puede tener “claveras” individuales o bien puede ser acanalada con sus respectivas claveras.

La clavera en la herradura debe ser fabricada o forjada para el clavo que la sujeta. También cuenta con una cierta angulación que da dirección al clavo.

“La cabeza” del clavo juega un papel importante en la sujeción adecuada de la herradura, al ser ésta colocada al casco, el clavo una vez aplicado debe sobresalir ligeramente para que se pueda apretar y posteriormente remachar. Cuenta con una marca que, además de identificar al fabricante, muestra el lado correcto para colocarlo. 

Tamaños de clavos

Por lo general en razas de caballos ligeras el número de clavo más comúnmente utilizado es el 3, 4 y 5.

Caballos pesados como los Percherones son herrados con clavo del 5 y más grandes. Esto se debe a que la herradura que sujetan es muy grande, ancha y muy pesada.

Por ejemplo: un caballo Pura Sangre Inglés cuya función es las carreras, el tipo de herraje que utiliza es uno de tamaño pequeño (0) del cero, delgado y ligero, ya que está hecho de aluminio. El caballo Pura Sangre Inglés presenta como particularidad la muralla de su casco delgada, es por eso que el clavo que tradicionalmente se usa en hipódromos del mundo es el clavo del número 3 ó 4.

“El cuerpo” del clavo debe ser delgado, existen también clavos extra delgados que se utilizan en caballos delicados o con murallas frágiles y quebradizas.

“La punta” es muy importante, ya que es afilada y cuenta con un bisel, éste es el que permite que el clavo doble al ser aplicado. 

Actualmente se promocionan un tipo de clavos recubiertos de cobre. 

Quiero hacer notar que cuando se aplican las herraduras con los clavos a los cascos del caballo de manera correcta, en ningún momento se lastima o le duele al ejemplar. La muralla en donde se aplica es insensible y muy fuerte. 

Durante el proceso de herrar al caballo ya sea durante el recorte o al aplicar un clavo existe la posibilidad de lesionar al caballo, es por eso que el “Herrador” debe tener experiencia y conocimientos, además de saber qué hacer en caso de que esto suceda.

Un clavo “halladizo”, es decir, mal colocado produce mucho dolor y claudicación marcada. El diagnóstico es muy fácil ya que sucede de manera inmediata después el herrado, el casco presenta calor y hay pulso, y puede o no formarse un absceso.

El tratamiento es parar al caballo de su actividad, quitar el herraje con cuidado y aplicar una cataplasma durante unos días hasta que ya no presente dolor, generalmente es suficiente.

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