Examen veterinario previo a la compra de un caballo

• El examen veterinario consta de una evaluación básica, general, que incluye la revisión de varios sistemas o áreas del animal, toma de la temperatura, la auscultación (escuchar con un estetoscopio) de los pulmones y el corazón, así como la evaluación de los ojos y la boca, el examen de los miembros y la evaluación del animal en movimiento

Uno de los pasos más importantes previos a la compra de un caballo ya sea en subasta pública o en una negociación privada, es realizar un examen veterinario antes de cerrar cualquier negociación, esto evita problemas y preocupaciones a corto plazo, garantizando que para el momento de la compra haya una idea clara del estado de salud y la condición física del animal y que no existía ninguna situación que luego pudiera convertirse en un inconveniente para el desempeño del animal de acuerdo al fin para el cual fue adquirido. 

De aquí la necesidad de contratar los servicios de un Médico Veterinario de confianza, preferiblemente que no tenga relación alguna con el vendedor y que no conozca el animal en cuestión, esto disminuye el riesgo del comprador y aumenta la posibilidad de obtener un animal cuya condición física se ajuste a lo que se está pagando por él. 

Certificado de Salud

Antes de discutir lo referente a la evaluación médica que es conveniente realizar antes de cerrar una venta, es importante señalar que además existe lo que se conoce como el “Certificado de Salud”. 

El certificado de salud a diferencia del examen previo a la negociación es un documento obligatorio y debe ser obtenido por el propietario del animal, especialmente cuando existe la necesidad de movilización entre diferentes lugares. 

El certificado de salud garantiza que el animal en cuestión ha sido evaluado recientemente por un veterinario y que para el momento de dicha evaluación no se encontraron signos evidentes de enfermedad. 

Esta evaluación médica es fundamental para disminuir el riesgo de contagio y diseminación de enfermedades entre animales que viven en ubicaciones diferentes y que serán movilizados y mantenidos en confinamiento junto a otros caballos no relacionados por un periodo de tiempo determinado. 

Este documento además de datos que permiten la identificación del animal debe proveer prueba certificada de que el animal está libre de enfermedades contagiosas y aunque los requerimientos pueden variar entre países e inclusive entre estados, por lo general debe existir garantía de que el caballo está libre de enfermedades tales como la Anemia Infecciosa Equina, Rabia, Herpevirus, Estomatitis Vesicular, Adenitis Equina y Piroplasmosis entre otras. 

Examen veterinario

El examen veterinario ordenado por un comprador previo a una negociación a diferencia del certificado de salud es opcional y dependerá del deseo del comprador de disminuir el riesgo de adquirir un animal que no está en una buena condición física. 

Este examen consta de una evaluación básica, general, que incluye la revisión de varios sistemas o áreas del animal, toma de la temperatura, la auscultación (escuchar con un estetoscopio) de los pulmones y el corazón, así como la evaluación de los ojos y la boca, el examen de los miembros y la evaluación del animal en movimiento. 

Sin embargo, la extensión de la evaluación dependerá del fin para el cual se está negociando el animal y la cantidad de dinero que el posible comprador está dispuesto a gastar. En animales negociados para ser potenciales atletas, “yearlings” (animales de un año) o potros ya de dos años listos para correr, pero también en “Show Horse”, caballos de salto y adiestramiento, o cualquier otra actividad que implique desempeño físico a alto nivel, convendría descartar con un examen radiológico cualquier lesión a nivel de huesos y articulaciones, de igual forma una revisión endoscópica para asegurar la normalidad y el correcto funcionamiento de las estructuras que componen las vías respiratorias superiores y que incluyen la faringe y los cartílagos que conforman la laringe.

Examen veterinario en reproductores

En aquellos animales negociados para ser destinados a la reproducción, otras áreas o condiciones deberán ser evaluadas. Estos animales, sean machos o hembras, deberán ser sometidos a una revisión de sus genitales externos. En el caso de los machos habría que evaluar el pene y los testículos, es importante identificar la presencia de ambos testículos y descartar malformaciones, heridas, atrofia o ausencia de uno o ambos, como ocurre en animales criptórquidos (uno o ambos testículos fallan en descender y se mantienen dentro de la cavidad abdominal). De ser requerido por el comprador, un examen para determinar la calidad del semen, el nivel de libido y la fertilidad pudiera ser también indicado. 

En lo que respecta a la hembra, la anatomía y la conformación de la vulva, así como la condición de la ubre deben ser evaluadas, aquellas yeguas que se negocian como preñadas o en gestación, deberían ser sometidas a una palpación a través del recto en los casos de preñeces avanzadas o a un examen ginecológico con un aparato de ultrasonido en preñeces recientes. 

Es importante que el interesado se involucre al momento del examen y aclare con el veterinario todas las dudas que pueda tener, por eso estar ausente cuando el examen va a ser realizado no es lo más conveniente. El veterinario dará a su cliente toda la información que él pudo obtener de la evaluación realizada con la intención de orientar al futuro comprador sobre posibles riesgos o problemas que pueden surgir de la negociación del animal en caso de que estos existieran, pero al final la decisión de cerrar el trámite será única del comprador.

Anotaciones en los catálogos de Subastas

Por lo general los vendedores (Consignadores) ya poseen algún tipo de información sobre la condición física del animal producto de exámenes realizados por veterinarios de su confianza, esta información puede incluir registros de vacunación y desparasitación, algún tipo de tratamiento aplicado, estudios radiológicos y endoscópicos, así como pruebas de preñez y fertilidad que están disponibles en el lugar de la venta para información de los potenciales compradores. 

Es responsabilidad del vendedor participar a la compañía de venta en el caso de subastas públicas (en ventas privadas depende más de la seriedad del vendedor) cualquier problema de salud, vicios, tratamientos aplicados y/o alteraciones físicas/cosméticas antes de las ventas. Toda esta información normalmente está incluida en los libros de ventas o catálogos al final del pedigrí de cada caballo ofrecido. Términos como  “Barren” para una yegua que no esta preñada, “Cribbing” para aquellos animales que tienen el vicio de tragar aire, “Parrot Mouth” o prognato en aquellos casos en los que los dientes del maxilar superior no coinciden o no están bien alineados con los del maxilar inferior, “Wobbler” para identificar animales con problemas de incoordinación y balance, “Twins” para aquellos animales producto de gestaciones gemelares reportadas al stud book son, sin duda, información que es importante conocer previo a la negociación. Terapias con aparatos de estimulación eléctrica, acupuntura o cualquier otra práctica que esté dirigida a mejorar o atenuar una condición presente en el animal está prohibida previo a la venta, además, debería ser del conocimiento de los compradores si un determinado animal ha sido sometido a alguna cirugía, ya sea para corregir algún problema de conformación de los miembros, a nivel de la garganta o cavidad abdominal, denervación o con fines estéticos. 

Otras muchas condiciones necesitan ser reportadas, de cualquier manera lo importante es que la falla por parte del vendedor en hacerlo, puede significar el derecho del comprador de anular la negociación y exigir que el pago realizado le sea devuelto.

El estudio de las condiciones de venta con respecto al examen físico en aquellos casos de ventas públicas es importante conocerlo y entender los derechos y obligaciones que el potencial comprador tiene, si aquella persona interesada en adquirir un caballo carece de la experiencia o el conocimiento necesario para realizar una buena evaluación, siempre existirá la opción de contratar un agente que lo represente y que junto a la evaluación por parte del Veterinario aumenten la posibilidad de adquirir un animal en buena condición física. 

Realizar una fuerte inversión para adquirir un animal con buen pedigrí y buen físico, y luego escatimar en la contratación de personas con experiencia que pueden confirmar una buena selección, puede pasar con frecuencia y es un error que se debe evitar para iniciar la difícil tarea que es obtener un buen animal, para el fin que se desee, con altas probabilidades de éxito.