Los nutrientes y la producción de energía en el caballo atleta 

El sistema sensorial del caballo le permite responder a los estímulos y obedecer llas órdenes dadas por su jockey (Fotografía: AMH / Miguel Ángel Espinoza)

El sistema sensorial del caballo le permite responder a los estímulos y obedecer llas órdenes dadas por su jockey (Fotografía: AMH / Miguel Ángel Espinoza) 

Por: MV Enrique Castillo*

Cuando un caballo se emplea a máxima velocidad requiere de la contracción de todos sus músculos, que dan el poder para acelerar, pero para que esto ocurra correctamente, otros órganos como el corazón, pulmones, cerebro y los componentes del sistema sensorial, requieren de energía importante y serán vitales para que el caballo pueda retardar la fatiga y mantenerse competitivo por el mayor tiempo y distancia posible

La energía es la capacidad para realizar un trabajo, desde el punto de vista de la biomecánica del cuerpo en movimiento el tipo de energía más importante es la mecánica, la cual se traduce en capacidad de trabajo y en el caballo atleta esto implica correr a máxima velocidad. 

Sin embargo, existen otros tipos de energía que juegan papel en la locomoción como la química, la sonora y una vital para el desempeño atlético, la térmica o calórica

Como hemos mencionado en otras oportunidades, la clave para el éxito está en respetar la forma de correr de cada animal y así, hacer un uso eficiente de la misma, ya que ningún atleta sea un caballo de carreras o un corredor humano puede usar más energía que la que contiene su cuerpo. 

El caballo en su dieta ingiere los nutrientes, carbohidratos y grasas que derivan en energía química, la cual a nivel de los músculos se transformará en energía mecánica.

Cuando un caballo se emplea a máxima velocidad requiere de la contracción de todos sus músculos que son los que le dan el poder para acelerar. Para que esto ocurra correctamente, otros órganos como el corazón, que se contrae con fuerza por encima de los 150 latidos por minuto para llevar la sangre a todos los tejidos corporales, los pulmones, que se expanden hasta 150 veces por minuto mientras movilizan volúmenes de aire que alcanzan los 2 mil 250 litros, el cerebro y los componentes del sistema sensorial que le permiten responder a los estímulos y obedecer a las órdenes dadas por su jockey y su sistema de enfriamiento que evita el sobre calentamiento, implican un gasto de energía importante y serán vitales para que el caballo pueda retardar la fatiga y mantenerse competitivo por el mayor tiempo y distancia posible.

La producción de energía a partir de carbohidratos y grasas

El ejercicio implica la conversión de la energía química presente en los nutrientes, carbohidratos, grasas y proteínas a energía mecánica, la cual se manifiesta como movimiento, en locomoción. El caballo obtiene la energía química usualmente de los carbohidratos y las grasas los cuales son digeridos y absorbidos dentro del torrente sanguíneo y transportados a los músculos donde se convertirán en energía mecánica. 

Esta conversión de los nutrientes, de energía química a energía mecánica, es un proceso poco eficiente donde sólo un 20% de la energía química aportada por los nutrientes se transforma en energía mecánica que interviene en la locomoción del animal, el restante 80% se transforma en calor como un sub producto de deshecho del proceso y que debe ser disipado por el animal para evitar alzas en la temperatura corporal que en el caballo atleta será una limitación importante para tener un desempeño adecuado.

Dentro de las células, azúcares y ácidos grasos son sometidos a una serie de reacciones químicas y enzimáticas que liberan energía en la forma de compuesto conocido como Adenosín Trifosfato (ATP), esta energía es lo que provoca la contracción del músculo y ésta es la que provee la energía mecánica que permite que el caballo camine, trote y galope. Una contracción muscular sostenida requiere un aporte constante de ATP. 

La sobre alimentación con carbohidratos, que sobrepasen la capacidad digestiva normal del animal, pueden producir cuadros de cólico y laminitis

Para que el ejercicio se extienda en el tiempo, las reacciones químicas y enzimáticas conocidas como vías de producción de energía, hacen que la contenida en los nutrientes esté disponible por mayor tiempo. Estas vías metabólicas no se activan o se reclutan de una manera individual más bien se sobreponen, se solapan, de manera de garantizar la provisión de energía a lo largo de todo el tiempo que dura el ejercicio. De igual manera la producción de energía a través del metabolismo de los nutrientes variará marcadamente con la intensidad y la duración del ejercicio. 

Los ejercicios a mayor velocidad, “sprints”, dependerán principalmente del uso de los carbohidratos, por otro lado, las grasas serán el principal sustrato en ejercicios realizados a menor velocidad, en distancias más largas, “endurance”.

Carbohidratos y grasas

La energía aportada por los carbohidratos es obtenida del almidón y la azúcar (glucosa) que el caballo absorbe cuando consume cereales, como es el caso de la avena. El glucógeno es el nombre que reciben los azúcares almacenados principalmente en el músculo y una parte menor en el hígado. 

El glucógeno está fácilmente disponible para su uso como fuente de energía cada vez que el caballo acelera desde “cero” a máxima velocidad. Su almacenamiento en el músculo es indicativo de su importancia en la producción de energía necesaria para que el trabajo muscular se produzca, pero su desgaste, en la medida que la intensidad del trabajo aumenta, afectará la capacidad de mantener un aporte energético sostenido y por consecuencia una disminución en la contracción del músculo contribuyendo de esta forma a la fatiga del animal. 

Un pasto de buena calidad debería ser suficiente para cubrir las necesidades diarias del caballo, sin embargo, animales sometidos a planes exigentes de ejercicio necesitarían cantidades exageradas de pasto para alcanzar el nivel energético necesario para sobrellevar el esfuerzo del trabajo. Esta es la razón de los llamados alimentos concentrados y otros densos en energía

Los carbohidratos, el glucógeno, está disponible para que el caballo de carreras se desempeñe en las distancias que normalmente compite, pero en la medida que éste comienza a disminuir, el caballo comenzará a manifestar signos de fatiga, de desaceleración, de manera que aquellos animales que puede sostener el esfuerzo antes de ver sus niveles de glucógeno reducidos críticamente serán los más competitivos. 

Es importante tener en cuenta que se debe evitar la sobre alimentación con carbohidratos, grandes cantidades de éstos sobrepasan la capacidad digestiva normal del animal y producir cuadros de cólico y laminitis.

Antes de que las provisiones de glucógeno se consuman, otros sustratos, fundamentalmente la grasa, estarán disponibles para la producción de energía. Los ácidos grasos están almacenados en los depósitos de grasa corporal y su metabolismo genera una cantidad de energía importante que los convierte en un sustrato eficiente para ser utilizados por el caballo durante el ejercicio. Los ácidos grasos almacenados en los depósitos de grasa corporal son liberados en la medida que la distancia y el tiempo del ejercicio se incrementa. 

Nutrientes y suplementos

La mayoría de los alimentos concentrados que se ofrecen en el mercado contienen los principales nutrientes: almidón, grasa, fibra y proteína que el caballo requiere para cubrir sus requerimientos energéticos básicos. Sin embargo, el requerimiento energético diario de un ejemplar atleta puede ser dos veces el de un caballo en una pastura. Por esta razón, se le debe proveer al animal en ejercicio diario algún complemento que le ayude a mantener la condición y ser capaz de sobrellevar el estrés y el esfuerzo que significan el trabajo diario y la competencia. 

Un pasto de buena calidad debería ser suficiente para cubrir las necesidades diarias del caballo, sin embargo, animales sometidos a planes exigentes de ejercicio necesitarían cantidades exageradas de pasto para alcanzar el nivel energético necesario para sobrellevar el esfuerzo del trabajo. Esta es la razón de los llamados alimentos concentrados y otros densos en energía, como granos y grasas que permiten que con el aporte de cantidades menores compensar cualquier déficit que se pueda presentar.

Dos recomendaciones hacen los expertos en nutrición: los caballos deberían ir a la competencia totalmente hidratados, el uso de electrolitos en pasta por vía oral, más el libre acceso al agua es una manera efectiva de asegurar un caballo bien hidratado antes de la competencia

Cereales como la avena, el maíz y la cebada son nutrientes con niveles importantes de carbohidratos, especialmente almidón, valioso en la síntesis de glucógeno, la forma como la glucosa se almacena en el músculo y el hígado. 

Grasas, como el aceite de maíz o de soya aportan buenas cantidades de grasa a la dieta del caballo en ejercicio. La grasa es densamente energética y puede proveer más del doble de la que aportan los granos de cereales. 

Agua, electrolitos y vitaminas

Un caballo de tamaño promedio al día, sin estar sometido a un régimen de entrenamiento, necesita 20 a 30 litros de agua para cubrir sus necesidades. En caballos ejercitándose diariamente y en climas cálidos, los requerimientos de agua pueden exceder los 60 litros diarios de aquí la necesidad de proveerle al animal suficiente agua fresca en todo momento, especialmente después del ejercicio. 

En días cálidos, ver un caballo de carreras que no tenga una sudoración evidente es un indicativo de que el sistema de enfriamiento corporal del animal no está funcionando adecuadamente. De manera que la sudoración es importante, pero el sudor es rico en electrolitos, especialmente sodio, potasio y cloro, por lo tanto, en caballos sometidos a programas de entrenamiento exigentes la suplementación con electrolitos está más que indicada. Dos recomendaciones hacen los expertos en nutrición: los caballos deberían ir a la competencia totalmente hidratados, el uso de electrolitos en pasta por vía oral, más el libre acceso al agua es una manera efectiva de asegurar un ejemplar bien hidratado antes de la competencia. 

Los expertos también recomiendan permitirle al caballo que tome agua antes de administrar los electrolitos, administrar éstos en uno deshidratado puede ser peor.

El suplemento con vitaminas puede ayudar indirectamente al metabolismo de los nutrientes para producir energía. El hierro combinado con vitaminas del Complejo B, Vitamina K y Cobre ayudan en la formación de glóbulos rojos. Éstos contienen la hemoglobina que sirve como transporte para el oxígeno a todos los tejidos y órganos, muchos de éstos como el corazón y los pulmones los cuales necesitan funcionar correctamente para garantizar un metabolismo energético adecuado.

Enrique Castillo

www.elcaballodecarrera.com

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MV Enrique Castillo (Texas, EUA)*
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El autor es un estudioso del caballo de carrera, su pedigrí y los patrones paralelos de cruzamiento, así como asesor en la selección y evaluación de animales para la compra a nivel de las ventas y fundador del website www.elcaballodecarrera.com, y la guiadelhandicapper.blogspot.com, Instagram: https:/t.me/elcaballodecarrera

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